Quizás es mucho para ser nada, pero... y los peros siempre son peros. Es inevitable sentir, tan inevitable como el querer besarte cuando fumas y exhalas lentamente el humo por la boca, y un pequeño hormigueo recorre mi cuerpo y sube hasta mi boca que solo puede instintivamente ponerse el cigarro entre los labios y aspirar involuntariamente hasta que las ganas se han esfumado como también lo ha hecho el humo de tu boca
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