20091106

el maldito cigarro se apagó y su viento quedó dando vueltas en mis ojos, ojalá los nuble unos días, dieciocho días (o un poco más)
Duele el cigarro apagado, duele en las manos y en los pies,
no sé porqué tu mano se deshace en mi cuerpo, pero me encanta ser tu piel.
Y no quiero elegir,
no quiero elegir,
no quiero
Y el Víctor me dijo qué era lo mejor, que tu sonrisa era única y que figura complementaba con la mía (no me dijo todo eso, es mentira, pero yo soy una mentirosa y algo así )
Y le creo, siempre, siempre, pero no sé. No sé.
En dieciocho días más te abrazaré no como si fuese la última vez sino que la primera. Eso decidí y no apresuradamente, ni recién, siempre lo supe, pero ahora mi sexo pide al tuyo y a ningún otro más y es la manera animal, de amar, sólo de amar que no puedo controlar