Sobre la falda tenía
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros;
no veíamos las letras
ninguno creo;
*sin embargo guardábamos*
hondo silencio.
¿Cuénto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo (...)
Sigue pero no me gusta el final :.
Es de Bécquer
3 comentarios:
Nena!!! Como si nadie lo fuese a entender!! Eres un libro abierto, un dulce y suave libro!
madarina yo igual te quiero...
me gusta tu poema...aunque no sea tuyo, pero me sabe a tí.
no te niego abrazos pero si los quieres debes buscarlos...
cariños!
Hola :D
rizos negros xD
:D
Eres limdiiwii's
Shó te querer de el árbol a la luna ;)
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